Casco construido con argollas de manguera (ornamental, que conformaban parte del uniforme y evitaba recibir algún piedrazo). El traje era para todos el mismo: blanco y amarillo. Elementos para ser lanzados: bastones, argollas (de los mismos cascos) y objetos contundentes ornamentados con huinchas de color. El colorido era colectivo, no distintivo.