Manuel Casanueva Carrasco

Hospedería del Errante

La Hospedería del Errante, es una obra de arquitectura que forma parte de las hospederías construidas dentro del contexto de la Ciudad Abierta de Amereida. El nombre de la obra proviene de un texto de Godofredo Iommi, publicado originalmente en francés en la Revista Ailleurs, Nº 1, París 1963, con el título Lettre de l’Errant.​ En dicho texto se establece el debate entre poesía y realidad, mencionando entre otros a Arthur Rimbaud, el Conde de Lautréamont, André Breton y Friedrich Hölderlin.

En el contexto de investigación, experimentación y construcción desarrollado por la entonces Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso, en 1981 los profesores Manuel Casanueva Carrasco (1943–2014) y Miguel Eyquem Astorga (1922– 2021) plantearon un nuevo proyecto que surgió a partir de la formulación poética del texto escrito por Godofredo Iommi. En él se estableció una importante discusión entre la poesía y la realidad, siendo el debate de fondo la dicotomía arquitecto–poeta.

La primera parte de las obras tiene su origen en 1981 en las ideas de los arquitectos Manuel Casanueva y Miguel Eyquem Astorga. A la Ciudad Abierta, se le donó un galpón de acopio, una estructura básica de elementos metálicos y albañilería, de la cual solo alcanzó a construirse la estructura primaria, deteniéndose su ejecución a raíz de la crisis económica que afectó a Chile en 1982.​ La estructura quedó entonces en abandono, y sometida al deterioro producto de la exposición a la intemperie.

Posteriormente la obra fue retomada, siendo remodelada y reformulada. La base teórica para la formulación del proyecto de la Hospedería del Errante, está contenida en la Tesis del Arquitecto Orfebre (Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de 1991), de Manuel Casanueva Carrasco. En la construcción jugó un rol fundamental, los proyectos Fondecyt aprobados por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, y ejecutados por Manuel Casanueva desde 1995 en adelante​ a partir de las investigaciones sobre la iluminación y el viento, dos energías naturales de la intemperie. La forma responde a estos fenómenos con dos estructuras: el fuselaje y la celosía. Los fuselajes entonces, encaran los efectos de los elementos que se comportan como fluidos, el viento y la lluvia, y las celosías, como dispositivos de control. Para ver el comportamiento real del viento en la estructura, se desarrollaron modelos, los cuales fueron sometidos a túneles de fluidos. El diseño se elaboró a partir de maquetas y modelos. La construcción se ejecutó con los alumnos de los Talleres de Obras de la Escuela de Arquitectura de la UCV, al menos hasta el año 2000, cuando finalizó el plazo de ejecución original del proyecto de la Fondecyt «Cierre de lo Inconcluso de la Hospedería del Errante y Cualificación de los Umbrales Interiores de Iluminación, Ventilación y Cromatismo de las Orientaciones Cenitales».