Manuel Casanueva Carrasco nace en Santiago en 1943, cursa sus estudios primarios y secundarios en Santiago, los superiores en la entonces Escuela de Arquitectura UCV (1962). Participa como alumno en la reforma universitaria de 1967 y se hace miembro fundador de la Cuidad Abierta de Amereida, en Ritoque, donde vive por 12 años. Se inicia en la docencia en 1972, como ayudante del profesor José Vial Armstrong y a cargo de un taller de primer año. Fue Profesor Titular en la Escuela de Arquitectura y diseño PUCV hasta comienzos de los años 2000. Fue profesor invitado en varias escuelas, en la Universidad Finis Terrae, desde 1985, en la Escuela de Arquitectura PUCCH en talleres de ejercitación, en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Oceánica, con un curso de la forma en primero y segundo año, profesor invitado en el periodo de formación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Talca, y desde 2008 en adelante fue profesor de Taller de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello.

Realiza la primera travesía con un taller (1979), al desierto de Atacama, lo que cinco años después, constituirá las travesías y sus obras, las que no suelen atraer la erudición reaccionaria ante la improvisación.

Forma el curso de Cultura del Cuerpo, durante 20 años, siendo una parte de ello los eventos que surgen del estudio y observación de los componentes lúdicos, por ejemplo, el «Clavar una pica en Flandes», por su semántica puede revelar componentes inéditos. Trabajo y estudio que dio paso a los Torneos, publicados en su “Libro de los Torneos” (2004). La obra que cierra esos veinte años es el invento patentado en USA el Eolo o Windroller (ver ARQ Nº 45).

Con el auspicio de Fondecyt desarrolla en 1991, la Tesis del Arquitecto Orfebre, base teórica del proyecto de la Hospedería del Errante (1995) cuyos resultados son expuestos en el Museo de Arte Contemporáneo (2004) y publicados en su libro ”De los Campos de Abstracción y los Elementos para una Arquitectura Experimental” (2005).

Para evitar la repetición de las travesías, (o que éstas se vuelvan procedimiento), viaja a montar una exposición de Amereida en Harvard (2000), donde es recibido por el urbanista Pablo Allard y el arquitecto Guillermo Jullian. El taller asiste a conferencias dictadas por Santiago Calatrava en el MIT. Luego se hace un proyecto basado en lo nocturno en Nueva York.

Viaja con el taller a Portugal (2001), en una doble misión, verificar por comparación el fenómeno de miniaturización en América con respecto a los modelos (templos), en ultramar, (completando un estudio del Proyecto Fondecyt Nº 0551, 91-92). En esta ocasión es recibido por el entonces agregado cultural Francisco «Zico» Ariztía, pintor en Portugal. Y se entrevista con el arquitecto Álvaro Siza en Porto, estudio de los alrededores.

El año 2003 viaja a Buenos Aires para estudiar su instalación cívica, los tres poderes y la vocación de esta ciudad para ser capital. Monta una exposición en la FUBA, Universidad de Buenos Aires, donde entrevista al arquitecto Clorindo Testa.

Tiene publicaciones en la revista ARQ, PUUCH, ARQ de Cambridge, Spazio e Societá de Milán, AV de Madrid, CA de Chile y otras. Al final de su trayectoria se dedica al dibujo y pintura en su casa en Concón, experimentando con materiales como tinta, guash y acuarela.

Como pintor exhibió en la Galería Mirador de Lastarria, Santiago de Chile (2011) y Galería El Altillo, Santiago de Chile (2012). Recientemente su obra como arquitecto y profesor ha sido incluido en las exposiciones «Desvíos de la deriva», Museo Reina Sofía, Madrid (2010), “Playground”, Museo Reina Sofía, Madrid (2014), “Arriba como ramas que un mismo viento mueve”, Museo Experimental El Eco, México D.F. (2014), “Latin America in Construction: Architecture 1955–1980”, MoMA, Nueva York (2015), “Jugador como pelota, pelota como cancha”, NuMu, Ciudad de Guatemala (2015) y “Jugador como pelota, pelota como cancha”, Despina | Largo das Artes, Rio de Janeiro (2016).

En 2011 el Colegio de Arquitectos de Chile le otorga el premio Sergio Larraín García Moreno. Dicho premio es otorgado por docencia e investigación relevante y más específicamente por la obra Hospedería del Errante, seleccionada (2010) como una de las más destacadas obras nacionales en los últimos 20 años de Arquitectura en Chile. Fallece el 7 de diciembre de 2014.