Tres equipos se ubican en un triángulo mayor. El trayecto a ejecutar es hacia un triángulo menor, inscrito en el anterior. Al sonar la campana del árbitro los zancos se desplazan hacia el centro (al triangulo menor) donde se ≪cristalizan≫. Al estar detenidos comienzan a derrumbarse, a menos que se asocien con sus pares o mantengan el equilibrio con pequeños movimientos. Luego, todos vuelven al triangulo grande y se le descuentan puntos al equipo con más caídos.